Mandalas

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sábado, 25 de junio de 2011

UTILIZACIÓN DE LOS MANDALAS

8. LA UTILIZACION DE LOS MANDALAS EN LA ESCUELA.

María Concepción Martínez Cruz.


El trabajo con mandalas puede consistir en la observación, en su dibujo o en colorearlos. El coloreado del mandala puede ser realizado por todo el mundo, niños o adultos, sepan o no dibujar. Cada uno escoge los colores en función de su estado de ánimo, la intensidad del color, los diferentes materiales para colorear -acuarela, tintas, rotuladores, lápices de colores, etc.- A la hora de pintar, se respetará la dirección con la que se empezó y se pintará hasta que se considere que el mandala está terminado. Hay técnicas variadas, todo dependerá del estado de ánimo y de lo que se desea que el mandala transmita. Si se necesita ayuda para exteriorizar las emociones, se deben colorear de adentro hacia fuera; si se desea buscar el propio centro, se pintará de afuera hacia adentro.

Se podrán introducir los mandalas como instrumento educativo para fomentar y desarrollar la creatividad en el aula mediante el dibujo y la pintura, con un triple objetivo: 

  1. Ámbito cognoscitivo: Desarrollar la fluidez, flexibilidad y originalidad en las ideas del niño.
  2. Ámbito afectivo y social: Desarrollar actitudes creativas frente a distintas situaciones  que se le presenten.
  3. Ámbito psicomotor: Favorecer que el niño se exprese de forma creativa con el uso de  distintas técnicas plásticas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, la introducción de los mandalas en la escuela deberá hacerse no sólo desde el área de  Educación Plástica, sino como forma de expresión entroncada en todo el currículo oficial de la Educación Primaria. Los mandalas ayudarán a la formación de la inteligencia, del razonamiento, del control y dominio del cuerpo; todo ello desde un prisma de predominio del pensamiento divergente o creativo.

1. Mandalas infantiles como estímulo al aprendizaje.

O. K. Moore ha demostrado que cualquier niño es capaz de alcanzar un nivel de rendimiento notable si se le confronta con los estímulos necesarios. Los mandalas suponen un estímulo motivador para cualquier aprendizaje del currículo de Educación Primaria.

2. Mandalas infantiles como medio de expresión.

A través del dibujo, del color, el niño se expresa. Expresa su mundo interior, pensamientos, ideas, estados de ánimo y relaciones con el mundo de un modo cada vez más complejo, desde los primeros garabatos, a las creaciones artísticas más abstractas y elaboradas desarrollando con ello su psicomotricidad.

3. Mandalas infantiles como medio de comunicación.

El niño utiliza los recursos de la Expresión Plástica para desarrollar procesos de comunicación, tanto más ricos cuanto más lo sea el medio y los recursos que le estimulen y le orienten.
A través de formas y colores utilizados con una u otra intención, el niño busca comunicarse con los demás, comunicar su interpretación de la realidad, proyectar sus impresiones. A través de las imágenes de sus dibujos, el niño intenta comunicar a sus interlocutores la realidad de un mundo interno que necesita compartir con los demás.

4. Mandalas infantiles como medio de producción.

Desde los garabatos, los remolinos o las esferas, a las producciones de mandalas más elaboradas, el niño va evolucionando en su creatividad productiva y habilidad psicomotriz. En un análisis de la producción gráfica, Arnheim observa que los ángulos sustituyen a curvas, la continuidad a la discontinuidad, comenzando por el uso de figuras esféricas para pasar después a trazos rectos. La producción plástica deberá ser tenida en cuenta como una faceta importante del  desarrollo integral del niño en todas las edades.

5. Mandalas infantiles como técnica de relajación.

Ante un problema, un adulto puede verbalizarlo. Un niño se relajará utilizando un tipo de expresión no verbal, ya que no sabe expresar con palabras sus sentimientos. En niños introvertidos y con tendencia al aislamiento, la actividad creativa de los mandalas es muy útil.
Tradicionalmente, la educación es analítica, todo tiene una relación de causa a efecto, los procesos siguen una lógica definida. Con ello se trabaja casi en exclusiva el hemisferio cerebral izquierdo, que procesa la información verbal, codifica y decodifica el habla. Se ha dado muy poca importancia al hemisferio cerebral derecho, que se dedica a la síntesis y combina las partes para formar un todo. La expresión en este hemisferio no es verbal, sino por imágenes. Actualmente se dedica más tiempo a la expresión plástica, a la creatividad y a la expresión artísticas. Trabajar la educación artística de forma sistemática es abrir al niño a un mundo en el que la fantasía y la percepción multisensorial serán para él nuevas posibilidades de enriquecimiento y de expresión.

6. Como medio de superación de situaciones emocionales negativas - fobias, ansiedad, temores nocturnos, acosos escolares, experiencias traumáticas-.

Mientras se pinta, en el subconsciente desaparecen los problemas, porque nos encontramos en un estado de total relajación y concentración. Las respuestas de reacción a estados emocionales negativos van desapareciendo y poco a poco se transforman. Para el niño pintar o crear mandalas puede ser un medio de autoterapia. Por todo ello, como docentes consideramos que no sólo no se debe desdeñar la importancia de los mandalas como un primordial instrumento educativo de gran valor psicopedagógico, sino que recomendamos su práctica en las escuelas, a todos los niveles y desde todas las áreas.

Ahora bien a nivel pedagógico encontramos referencias muy concretas de la utilidad de mandalas en el aula de clases, sobre todo resultan muy útiles para ejercitar la concentración de aquellos alumnos y alumnas particularmente intrusivos o que presentan conductas disruptivas.

Los alumnos al trabajar con mandalas desarrollan un nivel concreto de concentración y atención, responsabilidad en sus labores escolares, respeto por el trabajo de los demás, amplitud de su capacidad perceptiva, desarrollo de sus habilidades y destrezas cerebrales, etc.


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